Qué estudiar para trabajar en microinformática
Si desde pequeño el mundo de la informática y la tecnología ha despertado tu interés quizás ha llegado el momento de darle una verdadera oportunidad y comenzar a formarte para convertirte en todo un profesional. De entre los diferentes cursos y estudios a los que puedes acceder, uno de los más completos es sin duda la Formación Profesional del Técnico en Sistemas Microinformáticos y Redes, que sienta las bases de cualquier profesión tecnológica enseñando a sus alumnos la instalación y configuración de softwares básicos, así como el montaje, mantenimiento y reparación de equipos informáticos y redes.
A lo largo del siguiente post ponemos el foco en este ciclo de Formación Profesional, así que si estás en un momento en el que debes decidir qué camino académico escoger y este sector llama tu atención… ¡Quédate con nosotros!
¿Qué estudios se necesitan para ser Técnico en microinformática?
Para convertirse en un Técnico en microinformática se necesita cursar la Formación Profesional de grado medio con el mismo nombre que te capacita para ser todo un profesional.
Se trata de unos estudios cuya duración se extiende a lo largo de 2000 horas lectivas divididas en dos cursos académicos donde el alumno recibe conocimientos a través de módulos de carácter teórico pero también durante su periodo de Formación en Centros de Trabajo.
Con el objetivo principal de que los alumnos sean capaces de instalar, configurar, mantener y reparar sistemas microinformáticos, así como instalar redes locales en entornos limitados, esta FP ofrece un plan de estudios en el que se abordan módulos como el montaje y mantenimiento de equipos, las aplicaciones ofimáticas, las redes locales, los pilares de la seguridad informática, el inglés técnico o los servicios en red.
Para acceder a estos estudios los alumnos deberán cumplir una serie de requisitos: estar en posesión del título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria (o equivalentes), estar en posesión de un título de FP Básica, o haber superado las pruebas de acceso a grado medio y acceso a la Universidad para mayores de 25 años.
¿Qué se necesita para convertirse en experto en microinformática?
Para convertirse en un experto en microinformática simplemente es necesario superar con éxito cada uno de los módulos teóricos que componen esta Formación Profesional y el periodo de prácticas en la empresa de tu elección.
Sin embargo, a la hora de postularte a unos estudios como estos y desarrollarte profesionalmente dentro del sector tecnológico, es importante contar con una serie de capacidades o habilidades que te harán más fácil el desarrollo de tus tareas y funciones diarias. Entre ellas podemos destacar:
Más allá de estas claves, siempre puedes seguir estudiando y formándote para profundizar en los conocimientos adquiridos. Tras la realización de este grado medio, puedes acceder a una FP de grado superior, entre las que destacan el Técnico Superior en Administración de Sistemas Informáticos en Red o el Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma; entre otros.
¿Qué hace un técnico en microinformática?
Una vez terminada su formación, el Técnico en Microinformática podrá realizar las siguientes funciones:
Con estas funciones, el Técnico en Microinformática podrá desarrollar su trabajo como responsable del departamento de informática de cualquier empresa, como técnico de sistemas, como técnico en servicios de Internet y entornos web, como técnico en administración de bases de datos y redes, como técnico de soporte técnico y teleasistencia; así como supervisor de sistemas o comercial de microinformática.
Ahora que hemos abordado las principales características de la FP de Técnico en Sistemas Microinformáticos y Redes, las principales funciones desarrolladas por estos profesionales y las diferentes salidas profesionales a su alcance, es tu turno de tomar una decisión. Si estos estudios te interesan, Obicex ofrece dentro de su oferta formativa este ciclo, por lo que podrás consultar en su página web toda la información disponible y preguntar las dudas que se hayan quedado sin resolver.